Aquí os presento dos versiones distintas de un bizcocho de naranja.
Son el resultado de una combinación de recetas que he ido recopilando hasta obtener la mezcla perfecta.
La verdad es que no ha resultado muy difícil, pues los bizcochos una vez que les cojes el truco de las cantidades para que salgan altos y esponjosos...es coser y cantar.
INGREDIENTES
.- 4 HUEVOS MEDIANOS
.- 250 gr AZÚCAR
.- 300 gr de HARINA
.- 1 YOGUR NATURAL
.- 2 NARANJAS ENTERAS
.- 2 SOBRES DE LEVADURA QUÍMICA
.- 2 CUCHARADAS DE NUTTELA (solo para el combinado de chocolate)
EMPEZAMOS LA LABOR
1º Mezclamos los huevos con el azúcar y batimos hasta que quede una mezcla espumosa y blanquecina. Aquí radica el secreto para que queden muy esponjosos. Cuanto más batidos queden los huevos y el azúcar, más esponjoso queda el bizcocho.
2º Añadir el yogur y batir
3º Añadir la harina mezclada con la levadura. Batir para que se mezcle bien y no queden grumos.
4º Pelar las naranjas teniendo cuidado de que la parte blanca no se quede en la cáscara pues nos amargaría el bizcocho.
Quitar con cuchillo la parte blanca de la naranja y meterla junto con la cáscara en una batidora y triturar ambas partes hasta que esté fina.
5º Agregar la naranja a la mezcla anterior y batir para mezclar.
6º Untar un molde con mantequilla y enharinarlo.
7º Verter la mezcla en el molde y hornear a 200 ºC durante 35 minutos aproximadamente.
En el caso de este segundo bizcocho que lleva Nuttela, solo hay que separar la mitad de la masa y añadirla con movimientos envolventes hasta que esté mezclada completamente.
Luego, se echa sobre la masa blanca sin mezclar, para que nos quede separado una vez horneado.
También hice otro pequeño experimento con la receta, añadiendo solo unas perlitas de chocolate, pero como la masa no era muy consistente, se fueron todas al fondo y casi se quemaron. Al final se quedaron pegadas en el molde y nos lo comimos con una cuchara.
Bueno estaba! pero no quedaron suspendidas dentro del bizcocho como yo quería.
Otro día probaré a pasarlas por harina o metiéndolas congeladas a ver si aguantan.
Cualquiera de los dos están deliciosos y no os podéis imaginar como se impregna toda la casa con el olor a la naranja! Parece que estamos en Sevilla!