Esto es un autentica vergüenza!!!!
Llevo siglos sin poner nada en el blog y ya es escandaloso.
Disculpas y motivos tengo miles y miles, pero no os voy a aburrir contandolos porque no viene al caso.
Deciros que esta es una receta de las que ves en internet e inmediatamente te enamoras y te salen unos granos por todo el cuerpo, te recorre un escalofrío por la espalda y no se te pasa esa sensación hasta que consigues hacerla.
La vi por primera vez en la web de Belenciaga y me tuve que olvidar de ella porque no era el momento para hacerla. En su página encontraréis un paso a paso fantástico y el resultado mucho mas vistoso que el mío...se hace lo que se puede!!!
Meses más tarde, volvi a verlo en la página de Canecositas y me la recordó.
Su resultado también es bastante más espectacular que el mío.
Deciros que es una receta tradicional portugesa según he leído en ambas páginas.
Vamos al lío que es lo que interesa....
LOS INGREDIENTES
.- 8 huevos
.- 320 gr de azúcar
.- zumo de 2 naranjas
.- Ralladura de las dos naranjas (sin la parte blanca, como siempre)
.- 1 cucharada de harina
.- 75 gr mantequilla fundida
.- Azúcar para espolvorear
.- Mantequilla para untar el papel de horno
Procedamos
1.- Ponemos a precalentar el horno. El mío a 200ºC pues me pierde calor por la puerta y si no lo pongo a esa temperatura, se me va queda demasiado flojo de calor. Si el vuestro está bien, con 180ºC estará perfecto.
2.- Forramos la bandeja de horno con papel de hornear y derretimos un poco de mantequilla en el microondas. Yo siempre lo hago en modo descongelación pues así se hace despacito y no se me pasa nunca.
Untamos el papel de horno con la mantequilla por todos lados y rincones.
Para untarlo más fácil y que no se mueva para todos los lados, un buen truco es mojar ligeramente la bandeja con agua y así el papel queda pegado.
3.- Rallamos la cáscara de las naranjas teniendo cuidado de que no nos llevemos parte blanca pues es la que al final nos amarga el postre. Reservamos.
4.- Sacamos el zumo de las naranjas. A mi me salieron 180 gr. Reservamos.
5.- En un bol, metemos los huevos, el azúcar y la ralladura de la naranja y batimos. Yo lo hice con una batidora-amasadora que da un poco más de volumen al meter más aire que la batidora normal. Esta vez no quise hacerlo con la thermomix.
6.- Agregamos el zumo, la harina y la mantequilla derretida y mezclamos.
7.- Volvamos sobre la bandeja y metemos al horno unos 25 minutos.
8.- Mientras se hornea, preparamos un paño limpio (despues no queda para nada limpio) y espolvoreado generosamente de azúcar. Yo lo puse blanco, pero creo que la próxima vez, lo pondré moreno.
Cuando esté listo el pastel (pinchar hasta ver que la aguja sale limpia) sacamos del horno y volvamos...literalmente...volvamos sobre el paño con el azúcar.
Y ayudandonos del propio paño, vamos enrollando despacio sobre si mismo.
Yo creo que lo hice demasiado rápido...tenía que haber esperado un poco para que se enfriara un poquitos, pues me abrasé las manos al enrollarlo.
Supuestamente, el azúcar del paño, al contacto con la masa caliente, se carameliza, pero en mi caso, eso no ocurrió.
Se convirtio en un almibar, lo cual tampoco está mal pues al final lo chupó el propio pastel...aunque no todo. Tuve que hacer limpieza con un papel de cocina.
Notas;
.- La mezcla resulta muy líquida así que no asustarse.
.- No puse todo el azúcar pues me parecía mucho y al final puse 270 gr.
.- En el horno, se me hicieron una burbujas enormes pero las fuí pinchando con un ganchillo y al final quedo planito. No se si será normal, pero no llegó la sangre al rio.
.- Como no se me caramelizó el azúcar, al día siguiente, lo espolvoreé con azúcar moreno y lo quemé con un soplete. Que lista la niña, no? Una que tiene recursos!
.- Lo adorné con una rodajas de naranjas confitadas que me sobraron del postre de Nochebuena y que estaban divinas esperando en su bote de cristal.
Fue el postre que aporté a una comida familiar y la verdad es que gustó mucho.
Lo repetiré pues al final no es nada complicado y es muy vistoso, de sabor intenso a naranja y muy ligero, aunque parezca lo contrario.